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domingo, 5 de febrero de 2023

“Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento”. Yin-yang: dos trazos que dibujan "lo real" entre cielo y tierra. Después de "Estancamiento" o "Cierre" sigue la "Comunidad de seres".

"Valores afectivos", al fin de cuentas. Y para empezar.

"El cielo recibe el fuego y se torna más claro aún".

Esta única línea partida tiene gran fuerza (un "negativo rebelde que podría devenir en "negativo negativo", ese que no sirve para nada por su "naturaleza-cultura" destructora o destructiva) pero a pesar de su "potencia" o "conatus", se encuentra bien "ubicada" con respecto a su correspondiente, la línea 5, por tanto, de seguir o "guiarse" por la pauta del patrón 13, todo se manifestará de manera auspiciosa. De ahí la necesidad (el motivo) por el cual no puede endurecerse a riesgo de un exceso de energía (que llevaría a la figura 1: las seis líneas enteras) o de un cambio radical que haría advenir el opuesto complementario, en este caso, figura 7, el ejército.

(un "ejercicio de fantasía mental" consiste en compenetrarse --y dejarse llevar-- con cada figura y sus líneas... familiarizarse con ellas --líneas y figura hasta la sepultura-- dejar que susurren).

Sin embargo, lo que debe evitarse, la "contraindicación", pero a la misma vez, la corriente subterránea que alimenta a esta figura 13, corresponde a hexagrama 44: "ir al encuentro o encontrase en un acercamiento espontáneo que no crea compromisos", sería la traducción que por el momento prefiero, sin saber absolutamente nada de la lengua china, pero después de años estudiando y cotejando algunas versiones y traducciones. Y para poner la guinda al arroz con aguacate: la aparición-reaparición ¿o al revés? de François Jullien.

En rigor: ¿Cómo traducir figuras-memes que no son "conceptos" y que provienen de una lengua no indoeuropea?  Y por supuesto: figuras basadas en trazos anteriores a la propia escritura o "lenguas chinas", debido a que se basan en dos cortes… uno entero y otro partido. A partir de esta combinación de polos --entendidos como opuestos complementarios (y solamente así entonces podría hablarse o referirnos a un "contrario, adversario o enemigo")--; dos polos que van creando el "entre", para que emerja si no la posibilidad de un diálogo con el otro, al menos poder establecer un diálogo con un mismo.  Dos trazos que "esconden" una sabiduría --que no filosofía-- de vida, o para vivir, que no es lo mismo aunque da igual. Dos trazos que aparecieron "dibujados" sobre el caparazón de una tortuga.

Dos trazos que dibujan lo real entre Cielo y Tierra. 

Parece poesía.

Lo es.

Aunque una poesía filtrada por una intuición a veces contra-intuitiva y que resolverá dualismos hasta llegar a través de muchos procesos --basados en la experiencia de cada quien --de cada uno-- con su "propia" conciencia-consciencia-- a un monismo vivido-experimentado-encarnado, es decir, que no se manifiesta como "postura intelectual o ética" sino como manifestación del cuerpo --actitud, postura-- sostenida por la presencia mental de una experiencia directa no conceptual. Pensar sin pensar. Hablar sin hablar. Sentir sin sentir. ¿Será posible una experiencia semejante?

"Valores afectivos", al fin de cuentas: de eso trata la figura 13.

posdata propedéutica:

Cada figura, hexagrama o signo, se explica desde una composición y estructura.

Herramientas hermenéuticas que permiten el estudio y aplicación de este universo (fáctico y poético a la vez, con (y sin) aporías que se alimenta de aporías) de 64 memes, que parten de ocho combinaciones basadas en tres trazos que son la combinación de dos que... salieron de uno, entiéndase, de un trazo. 

Ejemplo de "micro-herramienta" (a manera de un "micro-bisturí") usamos o echamos mano de una  singular  "hermenéutica-episteme" que nos legaron estos "sabios milenarios" perdidos en el tiempo: los verdaderos maestros sin voz ni rostro.
 
micro-herramienta: cada trazo tiene correspondencia con otro trazo dentro de una estructura de seis capas o mesetas: 

ejemplo: el 2 -- línea partida que aparece pintada de verde -- se corresponde con 5, como se apuntó arriba; 1 con 6 y por último 3 con 4, que son las que quedan en el centro del hexagrama.
(recuérdese que cada figura se compone de arriba hacia abajo).

 En el caso de esta figura 13 "dice" iching: "Lo blando encuentra su lugar, encuentra el centro, y le corresponde lo creativo". 

(aclaración necesaria en este contexto: los verdaderos maestros sin voz ni rostro, quiere decir:

"lo escópico" e "invocante" emerge desde el propio iching, a través de 64 figuras que giran en torno a la "pulsión" misma).

No solamente se trata de traducciones sino de transducción:

ejemplo: <<ocho combinaciones basadas en tres trazos que son la combinación de dos que... salieron de uno, entiéndase, de un trazo>>. 
"Ocho potencias con tres fuerzas a base de dos ingredientes que provienen de un sentir y saber acerca de (cierto) un "extraño orden de las cosas".

 volviendo a la "comunidad de seres"

No olvidando la "secuencia", semejante a una ley de causa-efecto que a la vez se auto-deconstruye, se dice en la figura 13:

"Las cosas no pueden quedar siempre estancadas. Por eso sigue luego: comunidad con los hombres" (o seres).

TRANSpostdata ético-política:  “Un pueblo no se funda, General, como se manda un campamento”.

viernes, 27 de enero de 2023

"Los hombres luchan por su esclavitud como si fuera su salvación".

El Ching asume un sesgo de "antifilosofía", contrario a como suele entenderse, no busca una verdad sino fluir en un advenimiento de manera congruente, ya que el sabio confía en este proceso regulado que describe un matriz de 64 figuras, que no conceptos.

De ahí que el sabio o chün tzu,  quien se guía por el proceso inmanente que pone en juego el I Ching, este hombre noble o prudente o virtuoso o "constructor de sí mismo", no tiene "ideas propias", contrario también a lo que comúnmente suele creerse.

No tener "ideas propias" se traduce en una mente sin prejuicios: mente disponible, para los "chinos".

Cada "así" o fenómeno que surge ante uno mismo, se resuelve de manera abierta. Espontánea (mente), como viniendo desde un inconsciente recóndito (o genético) que a la vez "confluye" con otro que se expresa en la superficie misma, ese "estructurado como un lenguaje"-- dos homeostasis... pero al fin de cuentas: palabras que dicen mucho sin decir nada.

Ya lo dijo Jacques Lacan: no sabemos lo que decimos.

Por ejemplo, ¿en qué consiste "el tiempo", según la práctica sabiduría no dual del I Ching?

Momento-ocasión en una duración atravesada por una tendencia. Esa "tendencia", la marca la mutación de una o más líneas dentro de cada figura: la mutación en sí, de ahí, una de las traducciones: el libro de las mutaciones.

En Occidente necesitamos del "ser", porque el "devenir" es pura incertidumbre. Pienso ahora en Spinoza: los hombres luchan por su esclavitud como si fuera su salvación.

Wang Fuzhi no pudo dialogar aunque sí "sobrevivir".

De Grecia a China a Grecia. 


Wang Fushi (WFZ) y François Jullien, autores claves para lectura(s) que despoja a I Ching de interpretaciones que buscan lo trascendental (en vez de la inmanencia de un proceso) desde Europa y América.

El erudito chino vivió en una de las peores épocas de la historia china, nos advierte François Jullien. La caída de la dinastía Ming en 1644 ("una de las mayores eras de gobierno disciplinado y estabilidad social de la historia humana") por la invasión de los manchúes.

Pudo Wang Fuzhi haberse ido con los budistas o volverse errante o entregarse a cualquier fe, sin embargo, se mantuvo a salvo --huyendo escondido-- estudiando y aplicando el Libro de las Mutaciones de lo fácil y eficaz, convencido de que la sabiduría allí contenida bastaba como "dispositivo o estructura" con una lógica inmanente, y así poder navegar por el océano de la vida.

No pudo usarlo para dialogar con los manchúes, es cierto. De nada le sirvió en este punto. 

Y justo en este punto se desvanece todo y sale a flote que nada en este mundo que habitamos existe por sí mismo, independiente de todo lo demás. Vivimos o existimos en un Inter2-ser.

Eso sí, murió a los 72 años. Y dejó un legado importante sobre el I Ching, que el filósofo y sinólogo francés recoge para ponernos a repensar ciertos asuntos y temas desde una "exterioridad", y no ya desde un "otro". Por ejemplo, poner en jaque el binomio identidad-diferencia que tanto ha marcado (y marca a riesgo de morir por ideales sublimes) a nuestra cultura de civilización y barbarie. Es decir, cada uno tiene que empezar por casa, por la cocina, hacia el interior de nuestra psique.

Darle uso intensivo e inmanente al I Ching, "manipular-lo" para nuestro diario vivir. No es filosofía sino sabiduría no dual aplicada al juego de las polaridades dentro de un mundo siempre emergente y sin fundamentos, per se.